Comunidad, la princesa Leonor de Borbón llegó recientemente a Punta Arenas, Chile, a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano como parte de su Crucero de instrucción, iniciado en enero de 2025. Muchos medios hablan del arribo de la princesa a Punta Arenas, pero habla sobre el papel crucial de la Armada de Chile, para que esto fuera posible. Y es que navegar por las aguas australes, no es cualquier cosa.. Siendo así la Armada de Chile proporciono apoyo operativo al buque español.
La Armada de Chile ofreció asistencia de navegación: La Tercera Zona Naval, con base en Punta Arenas, proporcionó información actualizada sobre las condiciones meteorológicas y marítimas del Estrecho de Magallanes, zona conocidas por su complejidad. De hecho, un helicóptero naval (N-56 del Grupo Aeronaval Sur) dio la bienvenida al Elcano al ingresar por el Estrecho de Magallanes, monitoreando y escoltando al buque para garantizar su seguridad. Y no solo eso, la Armada de Chile, con su experiencia en aguas australes, compartió cartas náuticas detalladas y recomendaciones específicas, para navegar en esa región con fuertes vientos, corrientes impredecibles y icebergs.
El Estrecho de Magallanes, ubicado en el extremo sur de América, es uno de los puntos más peligrosos para la navegación a nivel mundial debido a:
Condiciones meteorológicas extremas: Vientos huracanados que pueden superar los 50 nudos y cambios bruscos de clima, como tormentas repentinas o ventiscas de nieve que dificultan la visibilidad y el control del buque. Sin información meteorológica de la Armada de Chile, el Elcano podría enfrentarse a estas condiciones sin preparación adecuada.
Olas gigantes y corrientes: La confluencia de los océanos Atlántico y Pacífico genera olas de 8 metros y corrientes impredecibles. Sin asesoramiento Chileno, el buque podría perder estabilidad o ser desviado hacia zonas de riesgo, como bajos o rocas.
Baja visibilidad: Esta es un peligro adicional. Sin apoyo de vigilancia aérea o naval chilena, detectar estos obstáculos sería más difícil, aumentando el riesgo de colisión. Cabe señalar que entre los siglos XVI y XX, 800 buques naufragaron en la zona, con cerca de 10,000 marinos perdidos.
Siendo así, la Armada de Chile desempeñó un rol clave en su llegada segura a Punta Arenas. Su apoyo fue esencial para mitigar los riesgos de las aguas australes. Sin esta asistencia, el Elcano habria enfrentado un riesgo significativamente mayor debido a la falta de información crítica y soporte operativo en una de las regiones marítimas más hostiles del mundo.
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