El Foro Económico Mundial, FEM, publicó las cuentas de cómo se comportaron los principales países del mundo en un año marcado por la inflación. Los cálculos que el organismo presentó durante su reunión en Davos indican que: Panamá, Chile y Uruguay tuvieron el PIB per cápita más alto. El PIB per cápita, refleja el poder adquisitivo de los ciudadanos. El informe destaca bien concretamente a Chile, quien se posicionó como el país con el PIB per cápita más alto de América del Sur, superando a Uruguay, pero quedándose atrás de Panamá. Panamá se venía comportando como uno de los países con las mejores estimaciones de crecimiento. Según el informe de perspectivas del Banco Mundial de enero, el país tendrá el mejor desempeño de la región, con un alza cercana al 5%.
El reporte destaca que Chile, logró una notable recuperación económica tras la crisis sanitaria provocada por la pandemia de COVID-19, que en 2020 hizo caer el Producto Interno Bruto (PIB) un 5,8%, el peor receso en cuatro décadas. Según el Banco Central de Chile, el PIB del país se expandió un 11,7% en 2021, el mayor crecimiento desde que existen registros. Este resultado se debió principalmente al dinamismo de los sectores de servicios, comercio, construcción, minería, así como al impulso monetario del gobierno y el banco central. La economía chilena también mostró signos de resiliencia frente a los desafíos sociales y políticos que enfrentó el país en los últimos años, como las masivas protestas de 2019 y el proceso constituyente de 2020-2021. A pesar de la incertidumbre y la volatilidad que estos eventos generaron, Chile mantuvo su estabilidad económica, su solvencia fiscal y su grado de inversión. Además, el país continuó siendo un referente en la región, por su apertura comercial, su competitividad, su innovación y su desarrollo humano.
El reporte remata señalando que la economía chilena aún enfrenta importantes desafíos para consolidar su crecimiento y reducir las brechas sociales que persisten en el país. Entre ellos se encuentran la diversificación productiva, la mejora de la productividad, la inclusión financiera, la reducción de la pobreza y la desigualdad. Estos temas serán claves para el futuro desarrollo económico y social de Chile, así como para su inserción en la economía global.
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