Los acorazados fueron los barcos de guerra, más grandes de las flotas mundiales y representantes de la cúspide del poder naval de una nación, entre 1875 y 1945. Su finalidad era lograr la supremacía marítima, con el apoyo del poder aéreo. Se llamaban acorazados por las corazas o placas metálicas que blindaban el casco de la nave. Pocos países del mundo podían darse el lujo de tener semejante arma. En Europa solo Alemania, Francia y Reino Unido tenían acorazados, mientras que en America Latina solo Brasil, Chile y Argentina tenían los suyos.
En el caso muy específico de Chile se llevó a cabo el pedido hacia Reino Unido de 2 acorazados llamados: Almirante Latorre y el Almirante Cochrane. En ese momento de la historia Reino Unido tenía la Armada más poderosa del mundo y construía los barcos más modernos y letales del planeta. Las unidades Chilenas tenian características especiales, que le diferenciaban de otras naves similares. Tenian por ejemplo el más moderno armamento antiaéreo y en el caso del Almirante Latorre, fue el único acorazado en esa época, en tener una planta motriz basada en turbinas con en granajes de reducción, convirtiéndola en una
de las unidades de su tipo más modernas y rapidas, de las flotas latinoamericanas. ¿Pero por qué Chile tomó la decisión de mandar a construir en Gran Bretaña dos buques tipo Dreadnought? A mediados de 1900, Argentina y Brasil se embarcaron en una carrera armamentista, Argentina hizo un pedido a Estados Unidos de dos acorazados. Estos fueron el Moreno y el Rivadavia, con 10 cañones de 12", que fueron entregados en 1911. Brasil, por su parte, había recibido en 1907 los acorazados Minas Gerais y Sao Paulo; con 12 cañones de 12". Por lo que Sir Edward Reed, constructor naval de la Armada Real, fue llamado a Chile para diseñar dos acorazados, los cuales debían ser los más potentes y modernos de la región. Su armamento consistía en 10 cañones de 14" y veintidós cañones de 5". La construcción de los Titanes Chilenos inició diciembre de 1911, sin embargo al declararse la Primera Guerra Mundial, cesó todo trabajo en las naves, cuya construcción se encontraba bastante avanzada. Su maquinaria había sido instalada y la mayor parte de la coraza estaba colocada ; también se había comenzado la instalación de su armamento.
El 12 de septiembre de 1925, Reino Unido agradeció y rindió honores a los acorazados Almirante Latorre y Almirante Cochrane en una emotiva ceremonia. El Presidente de Chile Arturo Alessandri Palma, recibió a su Alteza Real el Príncipe de Gales Eduardo VIII de Gran Bretaña, quien ofreció un elocuente discurso, el cual me permito compartirles:
"Me siento como en mi hogar esta tarde a bordo de este buque, a pesar de estar tan lejos de mi país, porque esta gran nave de guerra hizo flamear los colores de Gran Bretaña durante la más grande de las luchas que jamás haya tenido nuestra existencia como nación. Vuestras tradiciones navales están íntimamente unidas a las nuestras; oficiales de marina de ambos países, han fraternizado por muchos años y aquí, en estos momentos, hay oficiales chilenos de alto grado, que llevan sangre británica en sus venas y que ostentan nombres ingleses. Con el nombre HMS Canada, este buque desempeñó una parte muy honrosa en la gran guerra, siendo una de las mejores unidades de la 'gran flota', y tuvo especial actuación en la batalla de Jutlandia. Este hecho demuestra cuán estrechamente aliadas están las armadas del Imperio Británico y Chile.
La historia naval de Chile es un 'record' de acciones heroicas. La marina chilena no ha rehusado jamás una oportunidad de combatir, aunque las circunstancias le fueran enteramente contrarias; como la de la "Esmeralda" en iquique. Me siento feliz de los buenos resultados obtenidos por la colaboración anglo-chilena. Es mi sincero deseo ver extendida esta colaboración más y más, no sólo en el mar, sino también en tierra y en el aire. Levanto mi copa para beber por la salud del Presidente de la República de Chile y la prosperidad de su Marina... Viva Chile!".
De esta manera cierra su participación, su Alteza Real el Príncipe de Gales Eduardo VIII de Gran Bretaña, rindiendo un homenaje, un agradecimiento al pueblo de Chile, a su Marina... Y a los titanes que combatieron. Refrendando la estrecha amistad entre Chile y Reino Unido... Una historia fantastica, que debe enorgullecer a todos los Chilenos.
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