Los presidentes de Chile y Brasil firmaron un Memorándum de Cooperación en Actividades Espaciales, en el futuro Centro Espacial Nacional, que se está construyendo en la comuna de Cerrillos, aludiendo a la necesidad de impulsar una política espacial abierta a todos los países y no restringida a algunos millonarios, en clara referencia a la empresa Space X, propiedad del multimillonario Elon Musk. El convenio se enmarca en una serie de 19 acuerdos firmados por ambos gobiernos, en el marco de la visita oficial del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva a Chile. En su intervención, Lula señalo: “el sector espacial es más estratégico que nunca para el desarrollo de una nación, pese a su importancia, el sector aeroespacial es una de las áreas en el que, es grande la desigualdad”.
Por su parte, el Presidente Gabriel Boric señalo que «el espacio no es para los millonarios, que pueden pagarse un viaje para ver la Tierra desde arriba o para algunos que desarrollen proyectos y que se enriquezcan. Sino que el espacio también tiene que ser un lugar, en donde todos quienes habitan esta tierra podamos beneficiarnos de esto”. El documento formaliza las intenciones de ambas naciones para cooperar en actividades espaciales, tales como: Identificar áreas para desarrollar programas y proyectos conjuntos en materia espacial. Comunidad, aunque los proyectos son altamente confidenciales, una fuente cercana al canal me detallo que Chile y Brasil a través de la Agencia Espacial Brasileña y la Agencia Espacial Chilena, tienen planeados 3 proyectos los cuales estarían hoy en etapas iniciales, estos son:
1.- El Desarrollo de nuevos satélites: Chile y Brasil colaboraran en la construcción y lanzamiento de satélites para observación de la Tierra, comunicaciones y navegación.
2.- Vehículos de lanzamiento: Chile y Brasil contemplan el desarrollo de un vehículo de lanzamiento conjunto, para reducir costos y aumentar la capacidad de acceso al espacio de ambos países.
3.- Exploración espacial: Tanto Chile como Brasil colaboraran en misiones de exploración espacial. Todo ello después de que en 2021, se presentó una propuesta por la israelí SpaceIL, que proponía que Chile participara en el lanzamiento de una nave espacial, que orbitaría la Luna durante cinco años. La misión incluía dos módulos independientes que alunizarían en diferentes puntos de la luna, con fines científicos. Incluso uno de los módulos llevaría la bandera chilena. Al final el elevado costo, aunado a que Chile determinó que la exploración espacial ultraterrestre no era una prioridad en ese momento, no concretó el proyecto.
Esta colaboración tiene el potencial de generar un impacto significativo en el desarrollo socioeconómico de ambos países. La creación de una industria espacial nacional puede impulsar la innovación, generar empleos altamente calificados y atraer inversión extranjera. Además, los datos obtenidos a través de los satélites y las misiones de exploración espacial pueden ser utilizados, para abordar desafíos como el cambio climático, la gestión de recursos naturales y la seguridad alimentaria. A medida que se avance en estas iniciativas, se espera que Chile y Brasil se posicionen como líderes en la exploración espacial pacífica y sostenible, contribuyendo así al bienestar de la humanidad.
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