Una fuente argentina, aseguró que “a muchos oficiales no les gusta que Estados Unidos instale bases e instruya a argentinos, sin autorización del Congreso. Es una entrega de la soberanía nacional”. En efecto, el gobierno de Mauricio Macri ha regresado a la política de “relaciones” con Estados Unidos que instaló el ex presidente Carlos Menem y que -en los años 90- le significó al país, entre otros. Además de conceder de manera la instalación de tres bases que financia el SOUTHCOM, el gobierno argentino no reacciono al permitir el ingreso de efectivos norteamericanos para instruir a cuarenta argentinos en la custodia de la décimo tercera Cumbre del Grupo de los 20, que se realizará a fines de noviembre en Buenos Aires y a la que asistirá, entre otros presidentes, Donald Trump. La gran mayoría de la ciudadanía todavía ignora el alcance de esta alianza estrecha con Washington, pero las poblaciones donde se instalarán las bases ya comenzaron con manifestaciones y denuncias en las redes sociales.
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